Extracto del escrito del año 1984:
“Por otro lado, al contenerse las inundaciones de primavera del Yangzi, muchas tierras anegadas, lacustres, quedarían al descubierto, listas para el cultivo, con lo que el territorio que se debería anegar en el valle del Han sería compensado con creces.
Si fuera posible llevar las aguas del Yangzi a la Gran Llanura, se podría ayudar a la cosecha de primavera, mediante riegos en las épocas de la siembra y la recolección, y se mejoraría y aseguraría la cosecha durante las lluvias monzónicas. Con esto, la casi totalidad de la Gran Llanura, de 35 millones de hectáreas, proporcionaría dos cosechas y un considerable aumento de los rendimientos por hectárea. Dejaría de depender del capricho de las lluvias.
Además, al regularizarse el Yangzi con el embalse, el valle inferior del gran río recibiría mucha menos agua y grandes extensiones lacustres y pantanosas podría cultivarse.
También soy consciente de que el proyecto que sugiero es de dimensiones colosales y exige un enorme esfuerzo humano y económico. Es posible que existan otros medios de aumentar en cantidad suficiente los rendimientos del campo chino. Lo que sí creo es que, si este proyecto fuera factible y pudiera llevarse a la práctica, el gigantesco Estado tendría asegurada una base agraria muy firme.
Sin embargo, la realización de tan magna obra no nos sorprendería en absoluto de un pueblo que ha sabido culminar tareas colectivas tan colosales como la Gran Muralla, el Gran Canal y, sobre todo, la colonización de los grandes pantanos que cubrían en los tiempos primigenios las llanuras bajas.”
